sábado, 11 de octubre de 2008


Desde hace mucho qu no escriboacá. Entré la primera vez en un intento de escribir más y más fluído dicen que "el teclado es más rápido que la pluma"...qué poco romántico eso. Tengo una seguridad que cubre mis letras, nadie me va a leer. Y si alguien lo hiciese será en arto tiempo, ya que ahora escribo en secreto. Escribo porque me gusta escribir, escribo porque siempre en mis letras me he podido reecontrar. Mi anhelada y autocuestionante alma cobra vida cuando trato de escribir sobre y desde ella. Me pregunto: "¿cómo es mi alma?"
¿Cómo es? bueno es como un motor, ella es un principio de movimiento autónomo que permite que yo sea un ser animado, eso es tener ánima. Ella es el origen de todo lo que hago. Claro que mi pregunta no busca ésa descripción.
Se supone que el alma es algo tan cercano,tan íntimo mío pero me es tan oscura y desde hace tanto tiempo, al principio pensé que la negaba que debía dejarla salir, que sea libre, luego con el paso del timpo la negué en una confusión de ateísmo con criticismo sin-sentido. Ahoar es oscura, no quiero decir que la extraño pero últimamente cuando me veo a mí mismo, me siento un chico complicado. El alma es algo simple, el alma siempre he pensado que son tus mejores intenciones, tus más bellos sueños, es tu corazón que llora cuando dice "adiós" el mismo que se enamora y llora de felicidad. El alma, me atrevo a decir, es lo mejor de cada uno...lo mejor de mí. Libertad...el alma para que sea ésa parte con tanta belleza propia en la dimensión más íntima de las personas necesariamente tiene que ser libre. Entonces el alma, mi alma, tiene que ser un "principio de movimiento espontáneo (libre)"...
Escribo porque ha pasado tanto tiempo y siento que yo he cambiado, y le tengo miedo al cambio. Sin darme cuenta no sólo mi cuerpo sino que también mi alma ha cambiado, pero ¿cómo puede cambiar algo que se supone que es siempre "originario"? Mi gran miedo es haber contaminado mi alma, haberme dañado. Porque yo quiero vivir feliz y quiero hacer feliz a quienes me acompañen. Me temo calculador, me temo frío y distante, me temo no libre. Quiero vivir y vivir feliz por eso me pregunto por mi alma, en ella esta todo lo mío, mis cariños, mis recuerdos, mis proyecciones, mis sueños. Quisiera tener otra vez un sueño, una meta por la cual dar la vida...Uno es tan grande como sus sueños dicen o como románticamente dicen "uno está hecho de la materia de sus sueños"---
LAs letras permiten a uno reencontrarse, dar un hogar a los pensamientos propios. Permiten tener una experiencia de sentido propio, las letras a mi me salvan de no caer en la impotencia de no poder parar de pensar y pensar. Las letras, ellas son parte de mí, son el más bello regalo con el que vino mi alma.

1 comentario:

Fdoaranc dijo...

No esperaste pues, tanto rato para que alguien te leyera. A decir verdad, yo estaba esperando algo nuevo para reencontrarme con mi amigo, aunque sea de esta manera indirecta y distante.

El tema de los cambios es sumamente importante. Creo que cambiar, es una aventura irremediablemente constructiva. Siempre, a mi modo de ver, es una vía para lograr la felicidad, en la medida en que avanzamos en nuestro camino de vida. Aunque estos cambios nunca serán definitivos, y la felicidad que encontremos en estos cambios, de acuerdo a lo que vayamos viviendo, nunca será definitiva tampoco.

Estos días he andado particularmente acongojado. Creo que ya debes saber por qué, ya que facebook es tan pero tan público que al final todos terminan enterándose. Gracias a los cambios que se sucitaron en mi persona, aproximadamente desde hace un año, pude vivir nuevas experiencias de plenitud. Una de ellas ha terminado (aunque a decir verdad, no creo que esté dicha la última palabra). No obstante, para mí, todos estos eventos, y todos estos cambios, tienen su raíz profunda de ser en un orden constructivo, y nada obedece al azar. Es una certeza que se la debo a la fe, como muchas otras certezas. Lamentablemente, muchos de mis eventos no tienen una explicación completa en esto.

Creo que me extendí bastante, quizás más de lo necesario. Me despido con muchos cariños.