domingo, 21 de octubre de 2007

¡ Mario !

Siempre me ha costado dar inicio a las cosas por hacer. Me cuesta, me cuestan muchas cosas pero contra todo siempre quiero hacer y hacer, buscar cosas para no detenerme. ¿No te has fijado que "sufro" conmigo?, ¿no te has fijado que hay noches en que amo pensar y otras en que quisiera que todo se detuviese?. Claro! ahí esta mi dilema, vivo en contradicción...Quiero ser para siempre, quiero que mi vida nunca haya cambiado, quiero ser siempre el mismo, pero es inevitable...Ay, me lo digo todas las noches "Mario, despierta! Ya estas aquí otra vez, frente a ti esta el mundo, uno que tu también creas.." Pasa que las cosas, que el mundo entero esta en movimiento, las cosas "pasan" y mi anhelo por detenerlas es tan grande!...por detener el/mi tiempo, por volver atrás, por quedarme en la sonrisa, en la noche estrellada, en la brisa primaveral, en la belleza de ella.
"Mario! Estas vivo" Sí...siempre lo he estado pero cuesta vivir. El problema es de otra forma, ¿existe el sentido? No. Las cosas no lo tienen, y esta noche me doy más cuenta que nunca que es UNO el que se lo debe forjar, el sinsentido nos mueve a buscarlo...Pero el sin-sentido no existe tampoco ¿por qué? porque lo que define al sinsentido es justamente que hay por ahí un "sentido"...entonces, "Mario qué buscas?"
No lo sé...No lo sé. ¡No sé!

Una buena canción quizás, una imagen para recordarme siempre que nunca morí, que siempre he estado aquí. Quizás uno no busca nada ni tampoco le llega nada, sino que quizás uno "asume" que esta vivo y vive y da vida a las cosas. O quizás uno nunca sabe qué es respirar, sí...ese respirar que es pura vitalidad que te saca de ti mismo, que te abre los ojos y te muestra que la vida, la realidad, está ahí delante. Incluso cuando cierras los ojos...

"Mario! ¿estás?"

Mario-- "para siempre"

1 comentario:

Fdoaranc dijo...

Yo creo que el "sinsentido" no existe; o bien, existe sólo en apariencia. Tiendo a pensar, como hombre de Fe, que el sentido de las cosas, que existe, no nos es develado de por sí, sino por medio de señales, que he ido identificando a lo largo de mi vida. Estas señales indican un camino de vida, a recorrer y recorrida. Para mí todo tiene sentido, y las señales, quizás mal interpretadas por mi subjetividad, me indican la corrección de mi camino. Lo que no obsta que este camino no sea sufrido. El sentido no implica perfección, sino perfeccionamiento o perfectibilidad.